miércoles, 25 de julio de 2012

El enigma del cuervo, (James McTeigue, 2012)


La primera fase de un guión es, la idea. Hoy en día es muy difícil encontrar historias nuevas, prácticamente el cien por cien de lo que vemos en el cine son historias que ya se han contado antes y, en el mejor de los casos, alguien las cuenta de otra manera. En Hollywood, para explicar esta primera idea de una película se acuñó el término: “Pitch”. El Pich de una película es una frase con muy pocas palabras que es capaz de definir el núcleo de la película que se pretende hacer. Así pues, un buen Pich es capaz de explicar al productor, en una frase, en qué tipo de película va a poner su dinero. Algunos de estos “Pich” se han hecho famosos, como por ejemplo: Alien se definió como “Tiburón en el espacio”; Cleopatra, como “Tetas y togas” y Titanic, como “Romeo y Julieta en el Titanic”.
Pues bien, parece ser que “El enigma del cuervo” tenía como Pich: “Seven en el siglo XIX”. Es un buen Pich..., posiblemente lo mejor de la película.

Sobre la muerte de Edgar Allan Poe se ha escrito mucho y se ha intentado presentarla como un enigma cuando, en realidad, parece bastante explicable.
Poe apareció por Baltimore, unos días antes de su muerte, en un estado físico y mental lamentable. Parece ser que deliraba constantemente y repetía el nombre de Reynolds (uno de sus personajes de ficción). Fue ingresado en un hospital y murió a los pocos días, el 7 de octubre de 1849. Tenía 40 años de edad. Sus últimas palabras fueron: ¡Que Dios ayude a mi pobre alma!
Poe era alcohólico y consumía drogas de manera desmesurada y totalmente fuera de control en sus últimos años, por lo tanto es de suponer que el alcohol y las sustancias que tomaba fueran las causantes de su estado y posterior muerte.
Alrededor de este hecho, el guión desarrolla una historia que fantasea con el hipotético hecho de que la muerte de Poe se debiera a su implicación en la resolución de los crímenes de un asesino en serie obsesionado por el escritor y que estaría repitiendo los mismos asesinatos que Poe describe en sus relatos.
El director es James McTeigue que ha dirigido, hasta ahora, tres películas: “V de Vendetta”, “Ninja Assassin” y la que nos ocupa, “El enigma del cuervo”. La verdad es que este director prometía en su debut. Su primera película “V de Vendetta” estaba bien, incluso más que bien, pero “Ninja Assassin” era mala con ganas y “El enigma del cuervo” no sólo es mala con ganas sino que, lo que es peor, desaprovecha una historia que podía haber dado mucho más de sí.
En cuanto a la historia, nada funciona; ni el suspense, ni las sorpresas, ni la intriga, ni el ritmo, ni mucho menos la historia de amor. Y como nada funciona, nada nos impacta, nada nos sorprende, nada nos emociona y nada nos interesa.
En cuanto a su realización la película me recuerda al último Sherlock Holmes de Guy Ritchie (comentada en este blog) ya que muchas de las cosas que no me gustaron en aquélla me las he encontrado en ésta.
McTeigue debería haber optado por una realización más del estilo de “La mujer de negro” de James Watkins (comentada en este blog).
Efectos especiales, movimientos de cámara, rodaje de una misma toma con varias cámaras e insertos sin cuento no benefician a la atmósfera ni la ritmo de una película de este género.
Han podido ocurrir dos cosas:
-          La primera que el director se fuera de vacaciones durante el rodaje y la edición de la película y que, por tanto, cada uno hiciera lo que le diera la gana; a saber: a John Cusack se le va la pinza a lo Nicholas Cage y nos regala una de sus actuaciones más insoportables; al de efectos especiales se le va la pinza al mismo sitio que a John Cusack y nos regala balas “a lo Matrix” a mediados del siglo XIX, entre otras lindezas; al cámara le ocurre otro tanto y le parecen pocas dos o tres cámaras por toma, de tal modo que podemos ver, por ejemplo, a unos policías subir una escalera desde todas las posiciones posibles; y por si fuera poco Niven Howie, el montador, tiene un ataque de locura y nos regala un montaje completamente absurdo y sin sentido, y si no me creen basta con prestar una mínima atención a la secuencia que abre la película, después del plano de Poe en el banco, (por cierto un plano horroroso), en esta secuencia que dura apenas un minuto hay más de 30 planos distintos.
-          La otra opción es que el director haya dirigido la película y que todos los citados anteriormente hayan seguido sus indicaciones como ocurre en la mayoría de las películas.
Pues bien, el primer caso constituiría un delito por negligencia..., pero el segundo, que creo que es el más probable, sería un crimen con premeditación y alevosía. Los dos son imperdonables pero el segundo es, además, para condenar a McTeigue a dirigir trailers durante una temporada.

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