“La invención de Hugo” es una declaración de amor al cine por parte de uno de los
directores más cinéfilos que existen. Martin Scorsese ha financiado
la restauración de muchos films clásicos, ha promocionado festivales de cine
clásico, posee una filmoteca espléndida de películas en 35 milímetros, ha
escrito excelentes libros sobre cine, y ha dirigido numerosos documentales,
entre los que destacan: “El cine norteamericano según Scorsese” y “El cine
italiano según Scorsese”.
Con
este currículum no nos puede extrañar que Scorsese haya dado a luz esta
película a pesar de lo alejada que está de su producción habitual, una película
con niños y en 3D, de hecho, viendo la cinta, uno podría pensar que la ha
dirigido o producido Spielberg.
Más
allá del 3D, y más allá también de su tema, “La invención de Hugo”, es una obra
maestra del cine.
Scorsese
ha dicho que el libro de Brian Selznick le sedujo, por una parte por la
historia de soledad y de necesidad de conectar con su familia del niño, y por
otra parte por el misterio que cataliza la acción y que acaba resolviéndose con
la invención del cine.
El
protagonista de la película no es Hugo, es Georges Mélies (Ben Kingsley), y de esta forma, Scorsese,
aprovecha la historia para rendir un emocionante homenaje a uno de los pioneros
del cine, por extensión a todos ellos, y al cine en general.
Muchos
de los personajes que aparecen en la película son verídicos y algunas de las
historias que se cuentan son reales. Por ejemplo: todo lo referido a Mélies es
verídico, incluida la tienda de juguetes, la esposa de Mélies, el periodista y
cinéfilo René Tabard, el guitarrista de la estación, etc.
Scorsese
ha realizado un esfuerzo de autenticidad que se nota en la película. El
vestuario y los decorados son una maravilla. Se nota que Scorsese ha sido
riguroso, incluso meticuloso con todos los detalles. Por poner un único
ejemplo: las películas de Mélies están recreadas al milímetro, incluso con las
posturas y expresiones de los actores y actrices originales.
Todo
este esfuerzo se acompaña de un glorioso diseño de producción de Dante Ferretti para crear un
mundo (la estación) dentro de otro mundo (el París de los años 30). Ahora bien,
Scorsese, apoyándose en hechos y recreaciones reales tanto históricas como de
decorados, vestuarios, paisajes, etc., le da a la narración un tinte mágico,
como de cuento infantil. En este sentido, hay que hacer mención de una maravillosa fotografía de Robert Richardson y una colorista música de Howard Shore.
Es
de agradecer por parte del espectador, (y hay que anotarlo en la cuenta de
Scorsese), el uso narrativo del 3D. Un sistema que tiene, en ocasiones, más
inconvenientes que ventajas y que se usa, muchas veces, de manera chapucera. No
es el caso, en “La invención de Hugo” el 3D pasa a formar parte del lenguaje
cinematográfico de la película y aporta un valor añadido (como se dice ahora) a
la historia.
La
película construye, además de la trama principal, una serie de microhistorias
protagonizadas por personajes entrañables que viven en la estación. Son
historias casi mudas, sin apenas diálogos y vistas a través de la mirada de
Hugo.
Scorsese
nos presenta una extensa galería de maravillosos personajes como por ejemplo el
bibliotecario encarnado por Christopher Lee, la vendedora de flores, el guardia
de la estación y otros, e incluso se permite guiños al mundo del arte y la
literatura como por ejemplo la presencia de Salvador Dalí y James Joyce sentados en un
café de la estación.
Toda
la película es un continuo homenaje al cine. Hay multitud de guiños,
referencias y pequeñas ofrendas a un sinfín de momentos, personajes e historias
del cine. Baste como ejemplo la secuencia de Hugo colgado de la aguja del reloj
de la estación en claro homenaje a Harold Lloyd uno de los más famosos cómicos
del cine mudo
Poco
más puedo decir que no se haya dicho ya sobre la película. Únicamente me
gustaría, para terminar, referirme a la manera en cómo empieza y en cómo acaba
la película. En algún otro post he dicho que una de las decisiones más
importantes para el equipo que realiza una película es cómo empezarla y cómo
acabarla. El comienzo y el final es algo que no se puede recuperar después. Una
película puede tener un bajón en algún momento y recuperarse después pero una
secuencia inicial fallida o un final malo no tienen arreglo.
La
invención de Hugo comienza con un plano-secuencia maravilloso y termina con
otro plano-secuencia igual de maravilloso aunque no sea tan espectacular como
el primero. No se puede empezar ni acabar una película de mejor forma.
Cameo:
Scorsese tiene una pequeña aparición como fotógrafo haciendo un retrato al
matrimonio Mélies. En muchas críticas y artículos aparece un cameo de Johnny
Depp (uno de los productores de la película), si existe el cameo yo no lo he
visto. Me da la sensación de que se rodó y después se cortó en el montaje final.
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